Aníbal Carmelo Troilo, Pichuco, nació en Buenos Aires un 11 de julio de 1914. Hijo de un padre carnicero y una madre hilandera, la primera vez que escuchó sonar un bandoneón, y quedó embelesado para siempre por su ronquido atroz, fue a los diez años, en uno de los bares del barrio del Abasto. Y la primera vez que probó el delicioso y adictivo sabor de la carne humana fue un poco antes, a los ocho, mientras jugaba con su hermano Marcos a la pelota. Seguramente la prematura promiscuidad con el aroma de la carnicería lo haya impulsado a asestar la mordida artera en el hombro de su hermano; el súbito contacto con la sangre caliente que brotó le puso la piel de gallina.
Cebado por esta primera experiencia, los mordiscos comenzaron a proliferar. Las maestras de la escuela, que no comprendían que el suyo era un placer oral como cualquier otro (como comer la fruta en el mismo árbol, fumarse un cigarrillo o comerse las uñas de los dedos) lo reprendían constantemente.
La historia cuenta que por insistencia del niño, y quizá con la esperanza de calmar sus fauces, su madre Felisa le compró un bandoneón a 140 pesos, a pagar en catorce cuotas de 10 pesos cada una. Pero que, luego de la cuarta cuota, el vendedor desapareció misteriosamente de la faz de la tierra y nunca exigió el cobro del resto del dinero. Lo cierto es que la familia Troilo se había quedado sin plata para pagar la deuda y el pequeño Aníbal, atemorizado por tener que devolver el bandoneón, fue a buscar al comerciante y se lo comió. Podemos decir entonces que su prolífica carrera musical nació de la mano de su prolífica carrera antropofágica. Nunca más se separó de ese bandoneón.
Un año después, haría su primera actuación en público, en el Petit Colón, un cine pegado al mercado de abasto. Debía tocar esa tarde con otro joven bandoneonista del barrio, Madrigal Ramírez, una promesa de catorce años. En la trastienda, Troilo, que no era exactamente dúctil con el fuelle, se lo limpió Madrigal en unas pocas dentelladas quirúrgicas. Ante las preocupadas inquisiciones de los padres del deglutido prodigio, Troilo adujo que el joven bandoneonista, preso de los nervios, se había dado a la fuga. Lanzada la coartada, Pichuco, con solo once años, salió a tocar y cautivó a los espectadores.
Los atracones de carne humana, especialmente la de otros bandoneonistas, potenciaban sus energías interpretativas. Su meteórica carrera musical fue engordando, tanto como el cuerpo del otrora esbelto niño. A la par de las orquestas que iba formando, Troilo iba perfeccionando sus trampas para hacerse de nuevas víctimas; sofisticados mecanismos de captura y deglución que darán inspiración a su famoso tema “La trampera”. Cada vez que alguien le decía que él tocaba “a la parrilla”, aducía un misterioso “¡si supieras!”.
Pero claro, tanta ingesta de proteína humana fue haciendo mella en su carrera y su salud. Primero, porque los dedos ya no le entraban en las teclas del bandoneón, generando involuntarios intervalos armónicos, demasiado “contemporáneos” para el conservador público tanguero; así, poco a poco, Pichuco fue abandonando el instrumento y concentrándose en la dirección orquestal. Segundo, porque su corazón comenzó a dar señales de deterioro. Aunque intentó suprimir las carnes de su dieta por insípidas ensaladas de lechuga, tomate y zanahoria, el daño ya era irreversible y así, un 19 de mayo de 1975, en el Hospital Italiano, murió a causa de un derrame cerebral y sucesivos paros cardíacos.
El equipo editorial de Revista El Sordo, reunido en una oscura parrilla del Abasto y luego de violentas discusiones acerca de cuál es el punto de cocción ideal de la carne, redactó dos proyectos de ley que reparen sendas injusticias históricas: uno, para prohibir el uso en Parrillas de servilletas de papel que no sólo no limpian, sino que esparcen aún más la grasitud por la cara; otro, para suplantar la fecha de conmemoración del “Día Nacional del Bandoneón” (11 de Julio) por el natalicio de Madrigal Ramírez (4 de septiembre); aquella joven y mártir promesa que dicen que se fue del barrio, ¿pero cuándo, si siempre estuvo tocando?